Dia nublado en Asuncion, gotas de lluvias caian intermitentemente por el microcentro capitalino, el feriado aparentaba monotonismo y quietud; aun asi en el Panteon de los heroes, campo santo del heroismo nacional, una multitud se congrega.
Militares de las tres armas, bandas estudantiles, dirigentes politicos(liberales en su mayoria), delegados extrangeros y ciudadanos comunes reunidos en torno sagrado recinto esperando el arribo de los restos mortales del ex presidente Eligio Ayala, considerando el mayor estadista de la historia nacional.
Eligo Ayala nacio en Mbuyapey el 4 de diciembre de 1879 de la unión de su madre Manuela, con el Español don Mariano Sisa, habiendo venido al mundo juntamente con su hermano Emilio. "Se trata de un hombre que tuvo siempre el orgullo silencioso de su raíz campesina y que había visto la luz en el solar de sus mayores, denominado “Ayala Guasú”, a poco trecho de la población de Mbuyapey."
Sigue los estudios primarios en su valle y en Paraguari. En 1894, ingresa al Colegio Nacional de la Encarnación. Cumplido el ciclo básico se incorpora en el cuarto curso del Colegio Nacional de la Capital, en 1897, donde dos años después se gradúa de bachiller. Retira su Diploma el 13 de marzo de 1900. A comienzos de siglo ingresa a la Facultad de Derecho, cuyo centro de estudiantes preside en 1903. Obtiene su doctorado el 22 de diciembre de 1905. Apenas sí llega a ejercer, en 1909, su profesión de Abogado. Su sed de aprender se prolongará hacia Europa. En Heidelberg estudia Filosofía y Economía; y Estética y Filosofía del Derecho en Zurich (Suiza).
Don Eligio se inició el 17 de abril de 1900 en las modestas funciones de “clasificador de documentos oficiales en el Archivo Nacional”.
Colateralmente forma parte de la judicatura: el 30 de diciembre de 1902 es defensor de reos pobres; en abril de 1905, fiscal del crimen, y en junio, juez de primera instancia en lo civil. Luego, se retira del cargo y de la carrera.
En 1908, se lo proclama diputado, cuya Cámara pasa a presidir el 12 de abril de 1910. Participó en la revolución de 1904, y en 1911 intentó detener un golpe militar dirigido por el coronel Albino Jara. Fue exiliado a Europa, donde estudió y viajó hasta 1919. nuevamente elegido, hasta que el 15 de agosto de 1920 abandona su banca para asumir tareas ministeriales.
En medio de ese trajín, don Eligio, se ha dado tiempo para escribir y meditar incesantemente. Entre 1915 y 1918 redacta catorce libros, de los cuales se han editado cuatro, quedando inéditos los restantes.
En 1916, es requerido por el Dr. Manuel Franco para desempeñar la cartera en hacienda, más el no acepta y prefiere continuar su periplo europeo. Sin embargo, su maestro don Manuel Gondra, logra vencer su resistencia y el 15 de agosto de 1920 ocupa la mencionada secretaría de Estado. Tras la renuncia de don Manuel es confirmado por Eusebio Ayala, en 1921, y designado por Luís A. Riart en 1923. El 12 de abril de 1923, renuncia para tomar a su cargo la presidencia provisional. Al integrar la fórmula liberal vuelve a dimitir.
Eligio Ayala ha accedido a la presidencia provisional de la República, mediante la dimisión del Dr. Eusebio Ayala, el 11 de abril de 1923.
Por decreto legislativo del 17 de marzo de 1924 se acepta su renuncia y se nombra al Dr. Riart. No fue mucho el tiempo de su ausencia, apenas cinco meses y dos días, poniendo así el necesario paréntesis al que se remitía la cláusula constitucional para evitar continuidades peligrosas. Sin adversarios electorales, puesto que el Republicanismo no presentaba candidatos, asume el poder pleno el 15 de agosto de 1924.
Concibe la actividad estatal sólo en función creadora, pues lejos está de su ánimo el apañar maquinaciones prebendarias, rémora de la que nuestro tiempo no ha podido liberarse del todo. En esa dimensión deben situarse algunas actitudes suyas destinadas a mostrar, igualmente, el perfil humano de una labor que no por administrativa dejaba de tener raíces comunitarias, de acuerdo a la mejor tradición del país.
Adoptó una política de reconciliación nacional y declaró una amnistía política promovio la fijación de una dinámica distinta, orientada hacia la proyección de la imagen nacional ante el problema, cada vez más creciente, de la cuestión de límites con Bolivia.
En Educación Reforma a los planes de estudio de la Enseñanza primaria y Secundaria, propiciando a la vez la trasformación de la Universidad. Creía Eligio Ayala que sólo mediante el ejercicio de una pedagogía ciudadana sería posible clarificar el porvenir político. “Las democracias incultas- dijo- por lógica de la menor resistencia caen en los unicatos dictatoriales”.
Después de recordar que la opinión pública- en que ella se basa- “es superior a los gendarmes”. Confirma que por su misma vigencia no necesita de los “hombres providenciales y de los autócratas”, y piensa que el Paraguay no tolerará una dictadura, pues se necesitaría “50 años de abyección para eso” (dicho esto en 1926).
Cohesión y disciplina social se necesitan para conjugar el imprescindible equilibrio entre la libertad y la autoridad, ya que los desenfrenos de la una posibilitan el endurecimiento de la otra.
Y manifiesta que aunque sea cierto que “hay traficantes ávidos de lucro que invocan el patriotismo, jamás el patriotismo puede ser tráfico para el lucro”. “Y esa efusión patriótica debe conducir, inexorablemente, a la solidaridad”.
“Todos debemos ayudarnos. Las manos entrelazadas, juntos por ser paraguayos, fuertes o débiles, debemos remontar hacia las esperanzas y los ensueñas de nuestro porvenir”.
Fue el primer presidente en completar su período de gobierno y pasar el bastón de mando a otro presidente electo, José Patricio Guggiari. Fue ministro de Finanzas con este último hasta su muerte el 24 de octubre de 1930 en un crimen pasional. Al morir se supo que entre sus pertenencias sólo existían una humilde casa, su biblioteca y una modesta cuenta bancaria.
81 años despues su muerte, en el dia de los heroes, Eligio Ayala ocupa el justo lugar que le corresponde, la solemne caravana se adentar por palma, la urna es transladada en un vehiculo ultilizado en la guerra del chaco, reconstruido especialmente para la ocasion. banderas en alto, soldados en fomacion. escoltados por una guardia la urna es finalmente de positada en su ultimo aposento, y una placa es develada en homenaje a este ilustre ciudadano.